Regreso a clases con el corazón roto !

              Esta semana comienza oficialmente mi último año como estudiante universitaria, el año más fuerte, de suma responsabilidad, involucra elaboración de tesis, demanda de muchas horas de estudio y dedicación, con toda la ilusión de cumplir con mi sueño de graduarme en Administración de Empresas de Hospitalidad, pero con el corazón roto.

Cuando mi nena me pregunta si voy a volver  a tener muchas, muchas, muchas tareas y no podré jugar con ella, me parte el corazón, en ocasiones me pregunto si todo este esfuerzo valdrá la pena, y es precisamente mirando a los ojos de mi niña, donde encuentro la respuesta, hoy más que nunca no puedo dar marcha atrás, no puedo renunciar a completar mi carrera, tener una profesión que me gusta, gracias a la cual podré desarrollarme profesionalmente en lo que me apasiona. Además soy un ejemplo para mis hijos, si yo flaqueo en este momento que estoy entrando a la recta final, con qué autoridad moral podré mañana exigirles a cada uno de ellos, no solamente que asistan a la universidad, sino que terminen sus carreras, no importa el tiempo que les tome identificar lo que les guste, lo importante es completar la meta, sentir la satisfacción del deber cumplido.

En el último semestre de clases tomé una conferencia donde nos hicieron un ejercicio que me llegó  mucho, nos planteaba hacer 3 sencillos pasos para resumir nuestros objetivos de vida y les comparto:

1.  Debíamos escribir a donde queremos encaminar nuestras vidas y cómo nos vemos en 5 años.
2.  Requería escribir tus metas por cumplir en 1 año a partir de hoy.
3. El más importante de todos : Escribir que harías hoy si te dijeran que solo te queda una semana de vida? 

Interesante verdad? si se animan hacerlo, es posible que descubran como me paso a mí en mi primer borrador, que los objetivos y metas del paso 1 y 2 prácticamente no tenían nada que ver con los que escribí en el paso 3, lo cual según el profesor nos pasa a casi todos, de eso precisamente se trata el ejercicio, obligarte a  identificar cuales son los 3 aspectos más importantes de cada uno de los pasos antes descritos y lograr así un equilibrio entre todos ellos en comunión con nuestras vidas.

         Les cuento que gracias a este ejercicio, determiné que no importa cuanto me tome terminar mi carrera   voy a reducir las materias que estoy tomando cada semestre para poder tener el tiempo libre  y disfrutarlo con mis hijos, mi esposo, mi familia y amigos. También encontré que la felicidad no es el resultado sino el camino, y que nadie tiene la vida ni la felicidad comprada por lo tanto, me voy a relajar. 

         Si este será realmente mi último año de estudio, no lo sé, de lo  que si  estoy segura es que voy a cumplir con mi objetivo, con equilibrio y disfrutando cada instante que pueda, porque la felicidad permanente no existe, lo que existen son momentos felices y mientras más frecuentes estos sean más feliz seremos.

Hasta la próxima semana, queridas lectoras,

Con Amor
Karen