Esta semana la gripe no me ha dado chance de recuperarme del viaje ni ponerme al día con todos los pendientes de trabajo, casa y estudios, sumado a la visita de mis queridos suegros, (y lo digo sin ironía ninguna) realmente es una bendición recibir a mis suegros fuertes y sanos a sus más de 80 años. Con todo esto acumulado hasta la mamá multifacética ha sentido la necesidad de tener salud, de aquí parte mi análisis de esta semana, muchas veces decimos que los tesoros más preciados que tenemos en nuestras vidas son nuestros padres, nuestros hijos, nuestro trabajo o nuestra familia. No estoy acostumbrada a que la enfermedad me tumbe en cama y no me permita hacer las cien mil cosas que tengo pendientes cada día, pero este fuerte catarro me ha hecho reflexionar y darme cuenta que realmente los tesoros más preciados que tenemos son nuestra salud y nuestro tiempo.
Muchas veces vivimos una vida tan agitada que no tenemos el tiempo para valorar las cosas simples que tenemos, la principal de todas es la salud, sin salud no podemos cumplir nuestros objetivos, llevar a cabo nuestras metas o cumplir nuestros sueños. Personalmente estos días de debilidad me han servido para valorar mi salud, hay momentos en que hay que poner todo de lado y dedicarse a uno mismo, aprender a ser un poquito egoísta, tomarse un tiempo para uno mismo, descansar de tantas responsabilidad y obligaciones, cuidarse y entender que sin tí, el mundo sigue girando, de ti depende poner tu salud como primera prioridad, todo lo demás puede esperar. La visita de mis suegros y verlos con esa vitalidad y salud que les caracteriza me confirma que la salud se lleva en el corazón, y que hay que valorar cada momento de felicidad que tenemos porque nadie sabe cuanto nos puede durar. Por otro lado mis padres quienes también han pasado enfermos al igual que yo, son un ejemplo de persistencia, y responsabilidad ante la vida y al mismo tiempo me han enseñado que la vida es muy corta para desperdiciarla, vive, siente, disfruta cada vez que puedas que no sabemos cuanto nos va durar la salud de la que hoy gozamos.
El tiempo es el tesoro más grande que tenemos, ni la fortuna más grande del mundo ha podido comprar el tiempo, una vez que pasa ya no regresa, valorar cada minuto y dedicarlo a las personas y las cosas que realmente valen la pena es lo mejor que podemos hacer en la vida, "Hasta que no valores tu tiempo no harás nada con él", dice una frase sabia y debemos ponerla en práctica. He aprendido que mi tiempo es muy valioso, sin embargo posponer una actividad no significa tirar la toalla, solo significa que en este momento de mi vida, mi tiempo será dedicado a una actividad más importante, poner en la balanza cuales son tus prioridades y tenerlas claras en la vida, es fundamental, los momento vividos, el tiempo pasado es irrepetible, por eso estoy orgullosa del tiempo dedicado durante este viaje tanto con mis hijos , mi esposo como con mi Tía , mi prima y mi tío, ustedes hicieron cada minuto de este viaje, inolvidable.
Tarea de esta semana: tomarse unos minutos del día para disfrutar un café en soledad y reflexionar sobre cuales son nuestras prioridades, dar gracias a la vida por las bendiciones que tenemos y tener claro nuestros objetivos de vida.
El tiempo que dedicamos a nuestro seres queridos y a nosotros mismos, es el regalo más grande que podemos ofrecer.
Gracias a todos por dedicar unos minutos de su tiempo cada semana para ser mis cómplices en este Blog,
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