Queridas lectoras la próxima semana se estrena el día del Amor, 14 de Febrero, la película 50 Sombras de Grey o si prefieren identificarla con su título original 50 Shades of Grey, basada en la trilogía de una novela erótica un Best Seller, dirigida al mercado femenino, escrita por la autora británica Erika Mitchell más conocida por su nombre de escritora E. L. James.
Para mis amigas que como yo, ya leyeron el libro o los libros, sabrán de lo que les voy hablar, para las que aún no lo han leído pero si van a ver la película, podrán captar una parte de la esencia ya que nunca una película logra plasmar los detalles que hacen volar la imaginación como solo un libro lo puede hacer, y para todas aquellas amigas y lectoras que no han leído el libro y tampoco tienen pensado ver la película, para todas ustedes va este blog.
En resumen (y prometo esta vez si voy a resumir) la novela se trata de la historia de amor entre una ingenua estudiante universitaria Anastasia Steele, que por casualidad conoce a un joven, atractivo, y millonario empresario llamado Christian Grey, que se enloquece por ella, pero el hombre tiene raras formas de manejar sus relaciones sexuales, bajo una especie de contratos y todo ocurre dentro de su cuarto de fantasias el "cuarto rojo", poco a poco se van involucrando mutuamente y entendiéndose, a pesar de que ella va descubriendo que el principe azul es un hombre controlador, que le gusta practicar la sumisión, sadismo, masoquismo. Lo diferente de esta historia es que por primera vez, se escribe una novela enfocada al mercado femenino, donde se describen escenas explícitamente eróticas de la forma en que ambos hacen el amor, involucrando fantasías extrañas que muchas mujeres nunca se nos ocurriría hacer, pero que poco a poco ella comienza aceptar y lo que es mejor aún le gusta.
Y entonces 50 Sombras de Qué?
Ahora que ya todas estamos en el mismo punto de partida, les voy a dar mi opinión, de que se trata realmente las cincuenta sombras, que considero son las 50 sombras que tenemos todas dentro de nuestra mente y debemos sacar a la luz. Para comenzar quiero aclarar algunos términos a los cuales haré referencia, para que me entiendan.
- Erotismo no es sinónimo de pornografía
- Hacer el amor no es lo mismo que tener sexo
- Ser una mujer sensual no es sinónimo de ser prostituta
Esta historia llegó para quedarse, como parte de la revolución femenina que se ha venido dando en todas las áreas que antes estaban excluidas únicamente para los hombres, desde la participación de la mujer en la gerencia de empresas multinacionales, igualdad de derechos, hasta mujeres presidentas de países y ahora, porque no, en el ámbito sexual.
La novela saca a la luz que las mujeres al igual que los hombres tenemos fantasías y que nosotras mismas nos hemos encargado de ocultar por la influencia social que nos han inculcado, tabúes para hacernos pensar que una mujer casada no puede arreglarse de forma sensual o atractiva porque sería una prostituta; que el hacer el amor de forma apasionada y con ideas nuevas que despierten todos los sentidos, esta mal; que participar de una escena erótica con tu pareja estas haciendo pornografía.
Todos estos tabúes que nos han llegado de diferentes fuentes, de nuestras mamás, abuelas, religiones, tradiciones, son absurdos, no tienen sentido y por el contrario, pienso yo, son los causantes de tantas infidelidades por parte tanto de hombres como de mujeres. El alimentar estos tabúes lejos de ayudar a mantener familias y matrimonios unidos, pueden ser los causantes de muchas separaciones, que de haberlo hablado a tiempo tendrían solución. Si conversáramos con nuestra pareja abiertamente de temas sexuales, lo nos gustaría hacer y las fantasias que tenemos, con la misma apertura que podemos hablar sobre los asuntos de nuestros hijos, o de trabajo, les aseguro tendríamos una conexión mejor con nuestras parejas, le haríamos sentir a nuestro hombre que nos importa él como hombre, ya no solamente como proveedor del hogar, como padre, o como amigo , sino como hombre en si.
Las 50 sombras que tenemos en nuestra cabeza son las que tenemos que liberar, cuando nosotras mismas como mujeres dejemos de juzgarnos y entendamos que hacer el amor apasionadamente con tu esposo o pareja, complaciéndose mutuamente y disfrutando de la conexión entre ambos, no tiene nada de pornografía, que todo lo que ocurra entre dos personas que se aman, siempre y cuando ambos estén de acuerdo es una forma de complicidad que no tiene porque ser juzgada, y cuando entendamos como mujeres que también tenemos el derecho no solo a complacer a nuestras parejas, sino a decir que nos gusta, y compartir nuestras propias fantasías eróticas , no nos convierte por eso en prostitutas o inmorales, entonces y solo entonces podremos liberar nuestras propias sombras.
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